Experiencia en PastoralSocial – Hna. María José Benavides, HCR
Considerando la visita a enfermos y personas que viven solas como una labor social, hemos preguntado a la hermana Mª José Benavides por su experiencia en esta tarea que lleva años realizando. Comparte con todos nosotros esta breve reseña de su experiencia:
Cristo reina
“Mi llegada a los distintos destinos y en ellos a diferentes hogares, ha sido siempre un saludo alegre, indicándoles que soy Religiosa, Hija de Cristo Rey, que el sacerdote me envía a ellos, por su mucho trabajo, para que le ayude en este servicio que tiene la Parroquia con sus enfermos. Enseguida se abre la relación y la acogida.
Esta actividad, en casi todas las casas por donde he pasado, la he tenido, enfermos no me han faltado, veo es una labor extraordinaria; se aprende mucho de los ancianos y enfermos, unas veces si puede, se les comunica la alegría que tanto desean, la compañía…; y también se les explica un poco la Palabra del día. Hay que tener mucha comprensión ya que algunos te cuentan lo mismo, no sé las veces, pero con qué paciencia sufren. Hay momentos que brotan las lágrimas al oírlos por la soledad u otros motivos… La verdad que se apoyan mucho en el Señor, pero también en Bollullos, como no, en la Virgen de las Mercedes que tanto la quieren.
Yo pienso ¿Cómo me puedo quejar estando siempre tan acompañada de otras hermanas en mis dolencias? La mayoría dicen que están dispuestos para cuando el Señor los llame. Esto sí que es abandono en los brazos de Dios.
En otros momentos, si lo veo oportuno, dejo caer algún chistecillo; y también su vocabulario tiene algún salero que hace pasar buenos ratos. Le digo a una viejecita vamos a rezar el “yo, pecador” y comienza con lo que sabe, pero con la “z” de por aquí. “Yo pecador me confiezo a Dios todopoderozo…” y al final en vez de decir que intercedáis por mí, dice: “que enderezcáis por mi”… Ahora, con 90 años, ¿le voy yo a corregir lo que aprendió seguro que desde pequeña? Y otra dice “No soy digna de que entras en mi casa, pero una palabra tuya bastará pa la semana” ¿Y la fe con la que lo rezan?
Un Jueves Santo saqué un ratillo para llevar el Santísimo a un viejecillo muy fervoroso, cuando me vio entrar se puso de pie y llorando me dijo: “Hermana, le he dicho hoy al Señor que me gustaría recibirlo, pero que seguro no podría ser …y mire…!!
Tantas y tantas cosas en las que ve una la gracia de Dios actuando en ellos, algunos con poca formación, pero con muchísima fe. Para mí una lección de vida cada día que paso en esta misión.”