Nuestro camino como Hijas de Cristo Rey tiene su inicio en la experiencia carismática de D. José Gras y Granollers, y esta fuerza fundacional es la que envuelve y reviste todo el caminar del Instituto, dejando su impronta en la historia de más de un siglo.
En fidelidad a ese carisma que se nos donó, con la pasión de un amor a Cristo que nos quema el alma, nuestro único afán es hacer presente su Reinado entre los hombres, y este amor nos hace ser capaces de entregar la vida, para que el mundo sienta su dulce Soberanía de amor, de paz, de gracia y de vida plena.Mujeres enraizadas en Cristo, Rey y Señor.
Nuestra vida fraterna en comunidad, cuyo centro es Cristo, quiere ser una alternativa a un mundo herido de soledades y anuncio de la nueva humanidad restaurada en Cristo. JESUCRISTO ES REY, AYER, HOY Y SIEMPRE. Esta verdad nuclear de nuestro carisma estará y está siempre de actualidad. Hoy, hay unos retos que se nos «lanzan»: El hambre de transcendencia del hombre de hoy.
- Las situaciones injustas e inhumanas de muchos pueblos.
- Un mundo que excluye a los más débiles, necesitados y sin voz, y que necesita corazones abiertos de ternura, cercanía y misericordia.
- La necesidad de promoción, cultura y desarrollo intergral de muchos hombres.
- La falta de valores y de auténtica fe en nuestro mundo.