Mi experiencia como HCR en Cáritas
El equipo Internacional de Pastoral social me ha pedido una reseña sobre mi experiencia como HCR en Cáritas, con gusto os comparto lo vivido en este último tiempo.
Después de cuarenta años de enseñanza, me encontré en la necesidad de revisar mi “ser Hija de Cristo Rey al servicio de la Iglesia y de los hermanos, para hacer reinar a Cristo”.
Las exhortaciones del Papa Francisco a los religiosos a salir al encuentro de los pobres me motivaron mucho; de modo que, después de haber cumplido con mis deberes en mi comunidad, me sentí enviada a responder a la exhortación de la Iglesia.
Aquí estoy, voluntaria en la Cáritas diocesana de Mondoñedo Ferrol.
Mi presencia, dos tardes a la semana en la recepción, me hace sentir hermana y amiga de los usuarios que vienen a merendar y entretenerse a dialogar con confianza y amistad. Sus historias son perlas preciosas de reflexión y de compartir dadas con espíritu de confianza y de búsqueda de esperanza.
No faltan proyectos sociales con los que colaborar y cursos de formación, manifestaciones en la calle para sensibilizar a los transeúntes frente a las injusticias sociales. Días para compartir momentos de encuentro con otras asociaciones o simplemente para conocer mejor la zona.
Lo bonito del voluntariado es la disponibilidad total en lo que se solicita o suspende, según las necesidades del momento.
En mi opinión, la abnegación y la donación con amor son el eje de lo que se requiere de un voluntario de Caritas.
Esta experiencia me enriquece cada día y agradezco infinitamente a mis hermanas que participan conmigo en esta misión con la oración y el interés que muestran por ella.
Adriana Mini HCR, Comunidad de Ferrol