“Que la corona de gracia de vuestra consagración, la abrillantéis SIN CESAR”
El día 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, fuimos llegando a Granada (San Gregorio) tras la convocatoria del Gobierno General a un grupo de hermanas de todo el Instituto, nacidas en la década del 72 al 82.
Si algo resonó en esos primeros instantes fueron las risas, fruto del reencuentro después de tantos años, y los diferentes colores de la piel que nos invitaban desde el inicio a la diversidad, a lo distinto, a la apertura de realidades y de vidas diferentes pero atrapadas por la misma raíz, Jesucristo Rey.
Una frase del Padre nos “atravesó” desde el inicio de estos días: “Que la corona de gracia de vuestra consagración, la abrillantéis SIN CESAR”
Nuestra Consagración es el todo de cada una de nosotras, por eso han sido días donde se nos ha permitido “viajar”, no tal vez al fondo de la tierra, pero si a lo más honde de nuestro corazón. A palpar y sentir nuestro ser desde las diferentes dimensiones que la persona encierra. Dimensión Psicología, Espiritual, Institucional y carismática… Un recorrido desde el dejar sentir a nuestro cuerpo hasta adentrarnos en la libertad que nos otorga nuestra consagración.
Junto a la M General y las hermanas del Gobierno: Fátima Falcón y Beatriz Ndour, acompañaron este tiempo M Luisa González, PVM y Salvador Ros OCD. Instrumentos que nos favorecieron ese viaje interior que nos ha permitido avivar y abrillantar el oro de nuestra consagración.
Quede como reseñas ecos de los vividos en esos días:
- Desde la propia fragilidad, aun sabiendo que no todo es oro… ¡ponme como un sello sobre tu corazón!
- Llamadas a crecer, a ser personas integras y equilibradas, ríos de agua viva que fecunda la tierra en sequía. Siempre en camino. Somos don y tarea.
- Dejar a Dios ser el protagonista de nuestra vida. Nos integra la persona de Jesús.
- Gracias Padre Gras por dejarnos las huellas de tu vida. Por enseñarnos a mirar Por escribir con tu vida, Cristo reina en cada instante.
- Habitar y abrazar la propia vulnerabilidad para hacernos más humanas y más hermanas para salir al encuentro de los demás.
- Abrazar la vulnerabilidad genera misericordia. La mirada misericordiosa hacia mí y hacia los otros… ese es el estilo de Jesús.
- Es necesario hacer un viaje el segundo viaje interior para entender esta etapa y ver a Dios que siempre está en todo y a tu lado.
- La oración una EXPERIENCIA personal de relación con un TÚ, que sabes te ama y mira. Esencial para una vida consagrada gozosa, y plena que va a los hermanos.
- El evangelio se anuncia moviéndose, caminando yendo ligeros de equipaje al servicio de las necesidades del otro ¿Qué tipo de yo quiere Dios que colabore en su misión que siempre cuneta con mi comunidad?
AGRADECIDAS por tanto recibido y ENVIADAS a darlo a conocer y COMPROMETIDAS a abrillantar SIN CESAR la corona de nuestra consagración.
Hna. Mª del los Ángeles Carámbano