El pasado sábado pude disfrutar junto a mis compañeros de la Escuela Hogar de Albuñol de un día muy entrañable y a la vez emocionante para todos. Estuvimos en Granada, conociendo el origen y comienzos de nuestros colegios, los colegios y escuelas hogar Cristo Rey.
Desde el pasado mes de octubre formo parte del equipo educativo de la Escuela Hogar, donde desempeño una gratificante labor.
Fue en 2016 cuando descubrí el colegio Cristo Rey de Jaén, realizando mis prácticas de magisterio. En aquel momento no conocía nada más allá de su nombre y ubicación, fue allí donde comenzó una de las experiencias más gratificantes para mi. Conocí a docentes maravillosos que me enseñaron a sacar lo mejor de mi persona para poder transmitir todo el conocimiento al alumnado teniendo presente siempre que «El amor enseña a enseñar», frase del Padre Gras.
Estas cinco palabras tan simples y llenas de tanto significado siempre deben de estar presentes en nuestra vida para poder transmitir el cariño que necesitan nuestros alumnos y alumnas. Todo esto me lo enseñó la seño Rocío, que le estaré siempre agradecida.
Pero fue en septiembre del pasado año, cuando comprobé que los sueños se hacen realidad, el Señor me tenía preparado uno de los mayores regalos que necesitaba, lo que tanto deseaba, trabajar en un colegio. Un colegio en el que me han acogido como nunca podía imaginar, con cariño, amor, apoyo…
Por eso, el sábado todo el equipo docente junto a la Comunidad Religiosa, decidimos viajar a Granada para conocer más sobre el origen de nuestros colegios, el porqué de ese carácter propio que tanto nos caracteriza y cómo seguir enseñando con los valores que el Padre Gras nos ha enseñado.
Nuestro fundador, un hombre de ideales, tenía muy claro lo que quería conseguir en la vida y nunca se rindió hasta conseguirlo a pesar de las piedras que encontró en el camino.
Mari Ángeles, una de las religiosas que nos acompañó, nos enseñó toda la casa del Padre, el museo, desde el corazón. La emoción con la que nos iba explicando todo nos la transmitió a los compañeros, un lugar muy entrañable para ella y a partir de ahora para nosotros. Conocer la gran labor que desempeñó el Padre, junto con la madre Inés y que le dejaron a realizar a las hijas de Cristo Rey es un placer que estamos dispuestos a seguir desarrollando como docentes en la nueva Fundación José Gras, uno de los ideales y valores muy necesarios en la vida de todos los ciudadanos.
Acercarnos al Padre ha sido una experiencia maravillosa.
Gracias
Mercedes.