Madre Inés animaba a las primeras religiosas diciendo “formen un un solo corazón”. Con el afán de hacer vivo ese deseo desde principio de curso, el pasado lunes 6 de septiembre la Comunidad Educativa de Villanueva del Arzobispo se desplazó hasta la tierra alpujarreña de Albuñol para compartir una jornada de convivencia y formación con la figura de la Primera Superiora General del Instituto como referente.
La parte central de la jornada estuvo marcada por una peregrinación entre la casa natal de la Madre y la Escuela Hogar a través de una adaptación del libro “Un amor que llena la vida”. Los verbos despertar, buscar, cuidar y amar a lo largo de la vida de la Madre marcaron el recorrido de este particular itinerario que no solo nos hizo transitar las calles albuñolenses sino también las propias experiencias vitales de los miembros de la Comunidad Educativa confrontadas con la biografía de una mujer de inmensidad y pequeñez. Al finalizar la peregrinación, las comunidades educativas de Albuñol y Villanueva compartimos el Pan y la Palabra en una Eucaristía cálida y fraterna.
Volver la mirada a los orígenes despierta en nosotros el celo apostólico del Padre y la abnegación de la Madre cuyas palabras podemos sentir dirigidas hacia cada miembro de nuestra Comunidad Educativa “vamos a prender fuego en el mundo para que… Jesús sea conocido”.
Aprovechamos este espacio para agradecer a la comunidad de Hijas de Cristo Rey en Albuñol la generosidad con la que nos abrieron las puertas de sus casas y su corazón, y a Don Fernando Rodríguez, párroco de la localidad por su disponibilidad y cercanía.
Obra Apostólica de Villanueva del Arzbosipo.