Dios, Padre de misericordia,
queremos buscarte cada día
con más anhelo y dejarnos
transformar por tu gracia para que,
centrándonos en lo esencial,
experimentemos la alegría del Evangelio.
Divino Rey Jesús,
ilumínanos y confórtanos para que,
en este tiempo de preparación
al XXIII Capítulo General,
sepamos poner completamente
nuestra causa en tus manos
y discernir el querer de Dios
sobre la vida del Instituto,
para llegar a ser la verdad
del nombre que llevamos.
Espíritu Santo de Dios,
te agradecemos el don
de nuestro carisma
que nos has regalado
en nuestro Fundador, José Gras.
Que tu aliento haga vibrar
nuestro corazón
y, con confianza, abramos caminos
en la gran misión que nos confías,
siendo verdaderos apóstoles
de la Soberanía de Cristo. Amén.