Buenos días, Mari Carmen Cucharero. Sabemos que ya llevas un año en la Comunidad de HCRs de El Carmen, en Ecuador ¿Qué es lo primero que nos quieres compartir sobre tu experiencia en acción social allí?
Lo primero que quisiera indicar es que la Pastoral social aquí es un campo amplio que puede acceder a familias, niños, Jóvenes, adultos mayores, discapacitados… que por alguna razón viven la fragilidad en sus vidas y la necesidad de manos y corazones PRESENTES que actualicen el amor misericordioso y amoroso de Dios.
Estar en El Carmen ( Ecuador) me permite poder estar más abierta y presente a estos sectores vulnerables por la existencia de barrios periféricos con situaciones de escasos recursos( económicos, culturales…):
Doy gracias por el regalo de tener esta oportunidad, porque el Instituto, y en concreto esta comunidad de HCRs me envía y acompaña en una misión en la que puedo vivir aspectos de la pastoral que siempre me han cautivado: la cercanía, la proximidad ,el estar, la presencia y el acompañamiento… Desde el proyecto Hacer el Bien de las Hijas de Cristo Rey que ayuda a 95 familias del barrio conocido como Unión Popular la comunidad religiosa de 4 hermanas de El Carmen puede acercarse, los segundos domingos de cada mes, compartiendo una funda (así llamamos aquí a las bolsas) de alimentos ; sin embargo, deseamos no sea sólo asistencia material sino un acompañamiento más integral y es esto lo que a mí me está dando la posibilidad de acercarme a los hogares, visitar las familias, escuchar sus problemas, poder orar y encontrarnos entorno a la Palabra de Dios que siempre me enseñan a valorar más.
-¿Qué aporta el contacto con esta realidad social a tu ser de HCR?
Realmente después de una visita a un hogar, siempre veo palpable el paso de Dios, el poso de su presencia gracias a estas personas. Ellas me enseñan muchísimo desde su agradecimiento, su sencillez, su ofrecerme lo poco que tienen desde un jugo hasta unos cacahuetes para tomar con las hermanas. Estos gestos me permiten dejarme enamorar con más fuerza de la profunda intención que Jesús de Nazaret tenía al decidir ponerse a caminar «por todas las aldeas, ciudades y caminos“ ( Mt9,35) y poder así enseñar el evangelio del Reino y sanar de toda enfermedad y dolencia haciendo presente al Padre con sus gestos y palabras.
Todas estas experiencias sociales me están haciendo sentir que Dios tiene preferencia por los más pequeños , los desfavorecidos, los diferentes, los vulnerables. También , en un año de experiencia, estoy experimentando que lo social y lo espiritual van unidos. Un Dios que quiere que le veamos en el rostro del hermano, porque quién se acerca al hermano allí está Dios. Esto me ofrece la invitación de que crezca más en mí la espiritualidad del desprendimiento, la confianza, la gratuidad y la gratitud, llevándome a vivir más desinstalada de mí y abriéndome mucho y más a la realidad de los frágiles y vulnerables, porque sufren.
Nos hacemos presente, las Hijas de Cristo Rey, en dos barrios: la Unión Popular y 28 de Octubre. desde las visitas a hogares, ofrecer tiempos de refuerzo educativo a niños, colaboración en Cáritas y cercanía con adultos mayores, además del apoyo pastoral desde la catequesis, adoración, grupo M.A.R. y otras pastorales. Anhelamos ser TESTIMONIO de una iglesia viva comprometida en esta línea de la pastoral social deseando ser la buena noticia para los que están sufriendo la pobreza y la desigual que son bienaventurados.
-¿Algo concreto que te gustaría indicar de la acción social ?
Está siendo una experiencia muy bonita el ver que para ir a las visitas a las familias, nunca voy sola, siempre me ha acompañado alguien. Don Dairi siempre acompañó a la Madre Lucinia González que cada tarde frecuentaba los hogares de la Unión Popular, pero por cuestiones de trabajo ya le resultó difícil continuar, y este año me acompaña Don José, a veces también doña Besy, son personas sensibles a esta necesidad y comprometidas con su iglesia y comunidad parroquial.
Esto me hace ver que Jesús envío a sus discípulos de» dos en dos » (Mc. 6, 7) y yo me estoy encontrando con ello que se me está dando de manera gratuita y sincera.
Me sorprendo las veces que ocupo el tiempo en otras cosas que surgen y luego me encuentro con la voz de Don José que me recuerda, madre, ¿Cuándo vamos a visitar a las familias? Doy gracias por estas voces en el camino que me ayudan a no cambiar el orden de las prioridades, lo primero son las obras de misericordia y ese guiño de Dios a mi vida: “venid a mí benditos de mi padre» Mt 25,35-36.
-¿Qué aportas desde tu ser de consagrada HCR a los destinatarios de esta experiencia? Siento que yo no aporto apenas nada comparado con lo que recibo. Yo quiero aportar la experiencia de ser misionera siendo «pobre con el pobre » una llamada primera que fue susurro en el tiempo que estaba discerniendo mi vocación.
Aporto mi tiempo que muchas veces me gustaría fuera mayor. Mi atención, mi mirada, mi cercanía, mi presencia y sobre todo ESTAR, además del deseo de hacer presente a Jesús con alguna oración o la narración de su Palabra.
Algunas acciones concretas durante este año han sido :
Los lunes tenemos refuerzo educativo con niños de la Unión Popular en el dispensario de allí, la madre Blanca Arnéz y yo. Los miércoles por la tarde, en el Colegio Jesucristo Rey, las cuatro hermanas de la comunidad ofrecemos el refuerzo a los niños del barrio 28 de octubre. Además de las visitas a familias beneficiadas del PHB, las mañanas de los viernes las dedico a compartir encuentros con la Asociación de adultos mayores, “Corazones Jóvenes» de la Unión Popular y dramatizamos la Palabra de Dios, dialogamos, compartimos experiencias de vida… además de sentimientos y vida, también doy un pequeño apoyo las mañanas de los viernes a los usuarios del Comedor Social » San José».
-¿Cómo ser apóstol de apóstoles a través de la acción social?
El Padre Gras quería que fuésemos «Apóstoles de apóstoles» siempre ansío este llamado constante de nuestro querido Padre Gras y me encuentro que desde la Pastoral social es muy importante llevarlo a cabo animando a otros a ayudar, y hacer visible las necesidades de otros, tratando así de encontrar redes y entender que todos estamos conectados y somos importantes unos para los otros.
Personalmente me sorprendo de que se cuenta con los pocos «panes y peces» que tengo y se me invita a » dadles vosotros» revelándome que se logra la multiplicación y esto hace el bien a muchos.
Hay muchas personas que no conocen realidades de sufrimiento porque tal vez no son visibles o no están en nuestra puerta, pero cuando se les invita a dar un granito de su tiempo, de su dinero, de su oración y preocupación se puede dar lugar a los Milagros.
Alguna anécdota que te haya ocurrido…
Con los alumnos de bachillerato del Colegio «Jesucristo Rey», desde el área de Educación para la fe, las Hnas. Mercedes Gaspar y Marjorie Vera, organizan Proyectos que favorecen la sensibilización y la solidaridad aplicando el método VER-JUZGAR-ACTUAR. Vamos con grupos reducidos de alumnos a hogares de familias y una de las tardes que fuimos con cinco chicos a visitar a un matrimonio de mayores, invidentes que vivían solos, después de charla, de un rato de preguntas, risas y bromas, el señor nos dice «Hace ya mucho tiempo que aquí no venía nadie», anécdota que me marcó porque me hizo caer en la cuenta de que yo, a veces, doy importancia a lo material que puedo dar, lo que puedo llevar y eso no es lo verdaderamente importante, sino que lo realmente importante es ese momento en el que sienten que piensan en ti y le hemos ayudado a sentir que importan, que son importantes y se sienten queridos.
-¿Algo para despedirnos y concluir?
Para terminar quisiera indicar que muchas veces siento que no podemos ayudar con lo material, porque también nosotras vivimos la Pobreza y escasez de bienes materiales que son limitados y sin embargo, nos gustaría llegar a esas necesidades. Es ahí donde se puede hacer la experiencia de la auténtica pastoral social, la que hace presente la ternura, el sentir con, manifestarles que no están solos y hacerles sentir importantes y únicos a pesar de la necesidad.
Y también, este aspecto, me lleva a percibir con claridad que hay problemas, dificultades, realidades ante las cuales no valen sólo las palabras y se necesita responder y actuar con pequeños gestos solidarios que alivien, haciendo visible lo evangélico que hay en el fondo del ser humano
GRACIAS! ..