Nos hacen llegar los ecos de un precioso encuentro. Disfrutemos…
El pasado 28 de marzo nos encontramos un grupo de jóvenes de Ecuador. Fue un espacio muy enriquecedor de vida y fe. El lema del encuentro era “La pregunta de la que depende tu vida”. Fue el Papa Francisco quién nos fue guiando llevándonos a preguntarnos cuáles son las preguntas fundamentales que orientan nuestra vida y nos llevan a dar la respuesta de que buscamos algo más, a Jesús de Nazaret. Después de reflexionar sobre los números de Cristo Vive 285 y 286 entramos en un museo interactivo pudiendo ahondar en personajes contemporáneos de Ecuador, como la primera médico ecuatoriana Matilde Hidalgo Navarro, la joven Dannise Tóala y el periodista Efraín Rúales, además de personajes bíblicos como Pedro, el joven rico y María Magdalena, finalizando convirtiéndonos en estatuas y adentrándonos en esa visita recibida de familiares, docentes, compañeros y amigos, finalizando con la visita de Jesús, el maestro de vida plena.
Dejamos la reseña de Brisa Sánchez, joven de 19 años.
El día Domingo el encuentro que compartimos fue algo increíble, ya que pudimos compartir algunas experiencias y puntos de vista. Algo interesante dentro de este encuentro es que pudimos conversar con más jóvenes dispuestos a seguir a Cristo, esto nos ayudó mucho para saber reconocernos nosotros mismos, tal vez plantearnos en nuestro pensar del día a día ¿Qué quiere Cristo de mí?, ¿para qué me estará llamando? ¿Nos conocemos a nosotros mismos?
A los jóvenes se nos presentan muchas dudas, estos encuentros nos ayudan a ver y a conocer más nuestro interior y poder así palpar la realidad, solo así podremos estar atentos, dispuestos y seguros al llamado del Señor.
Por otra parte, muchas de las veces solemos ser sordos ante el llamado del Señor, pero ¿Por qué? Sabemos bien Dios nos llama a ser felices y pues eso es lo debemos hacer y cumplirlo ya que Dios nos ha creado para servir y no ser servidos, la enseñanza que hoy deja este encuentro en mí es que: Somos para Dios, ya que el mismo fue el quien puso muchas cualidades en nosotros y no solo eso sino carisma y dones.
Los jóvenes en muchas ocasiones corremos el riesgo de basarnos más en nuestras cosas malas que en nuestras cosas buenas, alegres o que nos pueden hacer más fuertes, nos basamos más en lo negativo, y debemos estar atentos.
¡No decaigamos en nuestra fe, seamos esas estatuas firmes, duras y resistentes, pero al dolor a todo lo que nos agobia y nos hace sentir mal! .
¡Seamos esa verdad, encima de verdades!.
¡Seamos ese corazón en busca de un amor inagotable! .
¡Busquemos algo más que nos dé un motivo!.
A todo esto, Cristo estará con nosotros cuando más lo necesitemos, cuando lo proclamamos con nuestra verdadera fe, él estará ahí escuchándonos y colmándonos de bendiciones.
Escuchémoslo…! Él necesita de ti, Él necesita de mí.
Cuando más sencilla sea nuestras obras ante el prójimo, mejor será la recompensa de nuestro Cristo.