Llegó el 20 de febrero y pudimos disfrutar de este prometedor encuentro en el que reflexionaríamos desde cuatro países, sobre una forma especial de entender y vivir el voluntariado como seguidores de Jesús. Fue un encuentro en el que todas pudimos disfrutar de un agradable ambiente de confianza y en el que las aportaciones y experiencias de cada uno sumaban matices que completaban la reflexión. Ellos mismos nos lo transmitieron así por WhatsApp al concluir el encuentro, dejamos aquí algunas de las conclusiones recibidas:
- “El encuentro de hoy me gustó mucho porque pude entender el voluntariado de otra manera y verlo más como un estilo de vida que como algo temporal. También aprendí que un voluntariado para que sea vocacional debe ser crítico y centrarse en la otra persona; es decir, ver a Dios en los otros y no centrarnos solo en los beneficios que esto generaría para uno mismo. En este sentido, implica el darse: dar tiempo, dar de lo que tenemos y sabemos, darnos a nosotros mismos por un bien mayor y colectivo.
- Muchas gracias! Me gustó muchísimo! Ha sido mi encuentro PJV favorito”
- “La frase que más resonó en mí es que el ser voluntario representa la oportunidad de dar a otro lo que a nosotros se nos ha dado, sembrar una semilla de amor en otras personas, desconectarnos un poco de lo monótono, de la inercia… para así encontrarnos realmente con nosotros mismos y replantear nuestras prioridades, porque de esta manera podremos sentir el verdadero llamado que Dios nos hace a compartir, transformar y dignificar vidas a través del infinito amor que él nos da.”
- “Hna, muchas gracias por la invitación, por la buena onda…me llegó mucho. Fui recordando muchas experiencias mías en este camino, ya que vengo viviendo el voluntariado de forma personal muchas veces en mi barrio o en cualquier lado que él Señor me pida. Me hizo replantear muchas motivaciones y esto me sirvió mucho. Mi síntesis sería: No puedo detenerme, Jesús me necesita. GRACIAS!!!“
- “Podemos servir y amar mediante el voluntariado e incluso nos ayuda a que cambiemos nuestro estilo de vida no tan solo vivir por vivir, llevados por la inercia, sino que evangelizar con nuestra propia vida y practicando el voluntariado. Dar lo que recibimos de Dios y no quedándonos para nosotros mismos. Hay muchas maneras de servir.”